Prestaciones de aislamiento térmico
Los paneles aislantes son esenciales en el mundo de la construcción, necesarios para proporcionar confort y eficiencia energética en el interior de nuestros edificios, contribuyendo a reducir la pérdida de calor o frío a través de las paredes, techos o suelos.
La capacidad aislante de los materiales se basa en la conductividad térmica, que es la propiedad física que mide su capacidad para conducir el calor. Se expresa en unidades de vatios por metro-kelvin (W/m·K) y cuantifica la rapidez con la que un material puede transferir calor a través de él.
Los paneles sándwich aislantes emplean diversos materiales aislantes, con una amplia gama de conductividades térmicas.
Cuanto menor conductividad, mayores prestaciones de resistencia térmica y por tanto de aislamiento térmico.
Prestación térmica de Paneles Sándwich según su aislamiento


Conductividad térmica
(W/m·K)
Equivalencia de espesores a igualdad de transmitancia térmica
Tipo de núcleo
PIR
MW
30 mm
57 mm
40 mm
76 mm
60 mm
115 mm
80 mm
153 mm
100 mm
191 mm
120 mm
229 mm
150 mm*
286 mm*
200 mm*
382 mm*
- Solo Frigorífico
Los recintos que requieren una determinada temperatura (ya sea frigorífica, de conservación o de trabajo) necesitan paneles sándwich aislantes con la mayor capacidad aislante y el mínimo espesor. Además por razones de salud e higiene, el producto tiene que permanecer inocuo para los alimentos a lo largo de su vida útil.
Comparativa de Espesor de Materiales para el Mismo Aislamiento Térmico

Esta comparativa implica que, con el menor espesor, los paneles sándwich aislantes con espumas PUR/PIR son capaces de ofrecer el mayor aislamiento térmico, ayudando a mantener una temperatura estable y confortable en el interior de los edificios, convirtiéndolos en el mejor recurso para contribuir con la eficiencia energética de los mismos. Un panel sándwich aislante de PUR/PIR de 5 cm de espesor equivale a uno de 8 cm de lana de roca.
Con esta característica, algunos paneles sándwich permiten reducir los espesores de las envolventes para alcanzar los requerimientos térmicos de los edificios, optimizando las superficies construidas con relación a las superficies útiles, y permitiendo conseguir el mayor beneficio con el menor coste.